Pez con un sueño

¿Que pasa si un dia un lobo se cansa de ser solitario? ¿si a un pez se le ocurriera que volar es lo que siempre ha deseado?

Sobre individualidad y egoismo


Debo confesarlo, me duele cuando leo frases del tipo "No le cuentes tus sueños a nadie", "si no quieres que te arruinen tus planes no los cuentes"" en esta vida soy yo, yo, y después yo.
Harto del individualismo, de leer todos los dias publicaciones que invitan a ser egoísta a solo ver por ti mismo, a no contar tus planes porque hay envidiosos. De no asociarnos, de no disfrutar de contarle a los amigos y al mundo nuestros planes, harto de que ahora todo sea por egoístamente individual.
¿Acaso no vemos que entre mas separada esta la sociedad, mas encapsulada, mas dividida es mas facil de manejar?, ¿Acaso no se dan cuenta de que se vive de forma intensa la desestructuración de toda idea de comunidad?,que perdemos toda capacidad de autorepresentación social, de todo intento de determinación de los contenidos y de las identidades que definan vinculaciones sociales y opciones alternativas de la vida colectiva.
La sociedad no es ya una comunidad de metas y fines colectivamente compartidos, sino uno agregado de individuos atomizados y narcisísticamente orientados hacia una infinita gratificación de los propios deseos e intereses.
Hoy en día parece dominar el: "soy porque consumo", "consumo porque todo está ahora al alcance de la mano de mis ilimitados deseos de poseer". Es la época del individualismo económico, del individualismo posesivo, del individualismo masa, del individualismo del consumidor...
La gran paradoja de nuestra modernidad reside en que su horizonte de sentido ha sido concebido esencialmente como liberación de los vínculos de dependencia personal, de las jerarquías y de los poderes absolutos. Para hacer frente a estos designios ha enarbolado, por un lado, la bandera de los valores y derechos de los individuos, de su igualdad y autodeterminación, y, por otro, consagrado» la vinculación social de los individuos como ciudadanos en el contexto de una comunidad política. Pero, sin embargo, la mercantilización generalizada de las relaciones entre los individuos, la construcción de un inmenso aparato neutralizador y destructor de todo el vínculo de solidaridad personal y vinculación social, ha sido el precio» pagado por la contradictoria genética y también por el equivoco desarrollo de estos presupuestos.
Las paradojas y las "promesas incumplida" de la modernidad han conducido al narcisismo y el hedonismo del individuo contemporáneo, a la apatía, indiferencia e incluso al extrañamiento frente al otro.
Pero no sólo esto, sino que, además de eliminar la comunidad, también niega la promesa de una vida individual más rica: "La aspiración de autonomía, creatividad y reflectividad se transmuta en privatismo, des-socialización y narcisismo, los cuales acoplados a la vertiente productivista, sirven para integrar, más que nunca, a los individuos en la compulsión consumista". En esta nueva configuración simbólica "el culto de los objetos es el sucedaneó de la intersubjetividad" . (SANTOS, 1998a:311-312)
No es de extrañar, pues, que el individuo contemporáneo llegue "desnudo a la meta de su prometida emancipación"(BARCELLONA, 1992:114)
El individuo libre, completamente libre en sus modos de actividad es lo que pedimos todos, y cuando hay algunos que rechazan la organización, que no piensan más que en el individuo, que se burlan de la comunidad, afirmando que el egoísmo del individuo debe ser su única regla de conducta; que la adoración de un Yo debe sobreponerse a toda consideración humanitaria (creyéndose así más avanzados que los demás), esos nunca han estudiado su organización psicológica y fisiológica del hombre, no se han dado cuenta de sus propios sentimientos; no tienen la misma idea de lo que es la vida del hombre actual; sean cuales fueren sus necesidades físicas, morales e intelectuales.
La sociedad actual nos presenta algunos de esos perfectos egoístas: abundan los Delobelle, los Hialmar Eikdal en la vida como en la novela. Sin encontrar muchos podemos ver alguna vez entre nuestras relaciones, esos tipos que sólo piensan en sí mismos, que no ven en la vida más que su persona.
Los anarquistas pensamos que la sociedad ha de fundarse en la más estrecha solidaridad. En esa sociedad que quieren formar, no se ha de realizar la dicha individual, ni siquiera la ínfima parte, en detrimento de otro individuo; el bienestar particular ha de derivarse del general; cuando un individuo padezca lesión en su autonomía, en sus goces, todos los demás habrán de sentirse igualmente lesionados para que lo remedien.
Mientras no se realice ese ideal, mientras no se logre ese objeto, las sociedades serán organizaciones arbitrarias, contra las cuales tendrán derecho a rebelarse los individuos lesionados.
Si pudiera vivir el hombre aislado, si pudiera volver al estado natural, no se discutiría cómo ha de vivir; cada cual viviría a su gusto, La tierra es bastante grande para albergue de toda la humanidad, pero entregada a sí misma, ¿daría bastantes víveres para todos? Menos seguro es eso, probablemente se suscitaría una guerra feroz entre individuos, la lucha por la existencia de las primeras edades, en todo su furor.
Si se admitiese esa teoría de que los móviles del individuo deben ser el egoísmo liso y llano, la adoración y el cultivo del Yo, llegaríamos a decir que debe lanzarse a la pelea y trabajar para adquirir sus satisfacciones, sin ocuparse en averiguar si perjudican a los demás. Afirmar tal cosa, sería declarar que la revolución futura ha de hacerse por y para los fuertes, que la sociedad nueva ha de ser un conflicto perpetuo entre los individuos. Si así fuese, no invocaríamos una idea de emancipación general. No nos habríamos rebelado contra la sociedad actual más que porque su organización capitalista no nos permite gozar también.
Ivan Deveaux.
Fuentes:
(1992):Postmodernidad y comunidad. El regreso de la vinculación social, trad. de Héctor Claudio Silveira Gorski, José Antonio Estévez Araujo y Juan-Ramón Capella, Madrid, Editorial Trota.
(1996a): El individualismo propietario, presentación de Mariano Maresca, trad. de Jesús Ernesto García Rodriguez, Madrid, Editorial Trotta.

Vacío

Nada queda entre las sombras
sino sueños que se nos escaparon
cayendo en lágrimas
cuando se destruyen.

No queda nadie entre las flores
solo los colores de las promesas
que hace tiempo olvidamos
que dejamos en el camino.

Nada queda en las noches sino estrellas
amores que nos abandonaron
y con la luna asoman
para no sentirse solos.

Nada queda tras la puerta
solo esperanzas que aun no llegan
y no debemos desesperarnos
solo estar atentos a su llamado.

Nada queda entre tus manos
solo los abrazos pendientes
las almas que aun no te abrazan
manos que secaran tus lágrimas.

Nada queda bajo tu piel
solo amor que aun no se acaba
que espera salir en tus palabras
contagiarse a través de tu mirada

sacudida

Calla tu rostro, deja que vuelva mi sonrisa
perdida en tu mirada, se ha olvidado volver a casa.
Borra tu rastro, línea sin mapa de mi vida,
desvía el viento que trae rastros de tu recuerdo,
las piedras se quejan del clima
y no hay refugio donde resguardarse
del abandono de uno mismo, del olvido.
Llueve a destiempo y a mordidas,
quizá se laven de las calles el color gris de tantas heridas.
y las tristezas se amotinen en desbandada
entre hierba y papel surgiendo de los coches
Come carne a manera de despedida,
devorar las entrañas de esta historia
que con nuestros nombres solo podría ser suicida,
quizá nos salve de matarnos
por consumir recuerdos en mal estado.
Revende los lunes en cualquier esquina,
 así no empezara nunca una semana,
que el domingo comparta el desencanto
de un mañana que no traerá ni otro sol, ni tú abrazo,
y no habrá más tiempo, ni esperanza
ya es suficiente el silencio como distancia.
Quema mis manos, nada se siente igual
desde que se grabo tu espalda entre los nervios y mis mañanas.
Huye de que aquellas palabras
que a veces vuelven, traicionadas,
inútil libertad hacia la nada.
Escribe mi nombre, borra mi alma,
me quedare en alguna de las huellas
de esta elegía absurda, de tu paso
por este mal intento de fuga

Ojeras



Despertar a esa mala hora de la noche a buscarte a mi costado,
lleno de ruidos lejanos,  perros ladrándole a la tristeza,
de restos de tu sonrisa en los espacios olvidados,
busco pistas en la cicatriz que dejaste en mi mirada.

Navego desvelado, mar de humo y asfalto
desde que no están tus ojos cuesta quitarse el frio.
Desterrajado, desorientado, a la deriva intento
perderme en la inmensidad que alguna vez fueron tus brazos.

La madrugada ataca a sal fluyendo al ritmo de tus mareas,
el sol me reta a una carrera contra el tiempo,
yo tarareo una canción de Cohen con tu nombre
me pierdo en la calle, una y otra vez un desencuentro.

Pensar en el milagro de tu sonrisa convirtiendo el aire en oro,
aun guardo un poco de tu luz en la nevera, para curar
el dolor de mis dedos, en tu ausencia y su costumbre
de quemar los recuerdos a distancia… distancia y silencio.

Callar el dolor, ocultándolo del frio, pequeñas fugas de tristeza
se cuelan furtivas en mi mirada que te busca ansiosa y clandestina.
Quisiera haber reconocido el mundo contigo,
que las despedidas sin abrazos, duelen como puntos suspensivos.

 Que este temblor y esta furia no surgiera de los huesos
que no me hiciera crujir desde el fondo este desasosiego
murmurando tú recuerdo, esta chapa de olvido que es un fraude contra el tiempo
Esta rabia de extrañarte, estos días vacios

DESAJUSTE

Lento, cabizbajo, limitado, borroso
aire cortando la vida y la luz de los ojos
caer entre las lunas temblando de los charcos
y promesas suicidas de fin de semana.

Vacío, con el tiempo lleno de ayer
lo mismo pero un camino más pesado
vertiendo desilusiones por las uñas,
pies torcidos, lengua de trapo.

Lento, como el dolor esperando en la cama
como el desencanto que me atacó desde tu mirada
lento como el tiempo que pasa buscando en los rincones
tu ausencia, como tu nombre en la madrugada.

Frágil, de pensamiento y mirada perdidos
de angustia por la realidad cuarteada y los ojos anegados
y las hojas secas y en blanco dispuestas a abrazar palabras
y las botellas vacías y las noches malvas.

Ensayo, error, ensayo, error, ensayo, herida
piedras tropezando con mis pies
pies tropezando con mi mirada de piedra,
mi alma de arena, mi corazón de níquel.

Duermo y el mundo me ha mordido el corazón
y un perro limpia mi cara falsa y ladra al cielo,
se rompen las horas, naufrago entre la gente
perdido a la vista de todo mundo.

Recuerdo mejor su mirada
que el día de ayer y la muerte
de las letras entre mis manos,
sueños de los que no se vuelve.

Falsos mis pasos que me llevan
ciegos y tropezando a un lugar sinsentido
yo no voy a ningún lado, sigo tu ruido
me siento en una esquina, fumo olvido.

Parto, me quedo, parto, me parte
rompo la rutina, improviso un discurso
una despedida sin promesas de irme
sin volver, me olvido un instante de tu nombre.

Lo busco en los más oscuro de mis ojos
entre todos los nombres perdidos, en el ayer,
entre agosto y septiembre, en mis labios y los bolsillos

y lo veo trepando la distancia por tu espalda.


Plan de huida nocturna

Y si solo por hoy cerramos los ojos
y dejamos que las ganas y el instinto nos guíen,
 llamarnos a través de caricias,
siguiendo el rastro de los besos
que hemos ido tirando caminando cada uno por su lado.

Si dejamos que los perros
nos busquen debajo de las palabras
donde nos escondimos para besarnos,
para poder abrazarte por la espalda
y que fluya la anarquía bailando con tus rizos.

Si dejamos a nuestros labios decirse toda la verdad sobre extrañarse,
respirándonos cada vez más cerca
 y no le hacemos caso al miedo que nos rompe las costillas
cuando vemos que el calendario se ha enfermado de otoño
y escurre los días cerrándonos las puertas.

Si solo por hoy cerramos los ojos,
negamos el pasado y fingimos ser una idea,
un pensamiento fugaz  para una historia de una noche,
 seamos solo el efecto del alcohol en un alma desolada de cualquier barra,
y regalemos un final a su historia que le permita irse sin lágrimas a la cama.

Si por hoy conseguimos olvidar
que el destino nos pisa los talones
 y el frio se convierte en el pretexto para acercarnos,
así quizá dejemos nuestro nombre tatuado en el viento
y la noche escuche parte de esta historia.

Si solo por hoy mordemos a la vida
y le reclamamos la libertad de elegir la causa de nuestra tristeza
y el alivio que solo da el refugio de tus brazos.

Alteraciones



Me nacieron flores,
demasiadas flores en el alma
marchitaron mis dedos,
cansancio de esperar amaneceres
luces desquiciantes de noches en vela.
Me nacieron gotas de lluvia en los ojos
mensajes en clave morse en el pecho,
me nacieron cicatrices en los labios
que aun no están maduras,
minutos en los pies, lejanía en la mirada,
ramas de tiempo en el alma.
Sigo sin aprender a restar mitades
y masticar cristales,
sigo sin cuidarme la espalda
y caminando a otro ritmo,
no alcanzo a nadie, se alejó hasta tu cuerpo.
Me rebasa el  mundo por la derecha
y lo absurdo por la izquierda,
me quema el espacio vacío de los domingos,
el  silencio que a mi lado encuentro
cuando miro  a la derecha.
Sigo sin poder atar el tiempo,
a veces también quiero salir huyendo,
vuelvo a dormir con la ventana cerrada
y el corazón abierto,
tengo sueños que se desvanecen sin tu mirada.
Hay huelga de hambre en la nevera,
un motín entre mis letras,
se rebelan a salir y quedar plasmadas
en esta elegía y que nadie les comprenda
que nadie lea lo que se esconde detrás de ellas,
carne de olvido, tierra desolada.
Crecen ausencias en el jardín
mientras el gris le gana la batalla
al azul del cielo. A mí me hace falta un hechizo
que me despierte ajeno a esta silencio,
habitar otra páginas, romperle las piernas al tiempo
y ganarle una partida de cubilete al recuerdo

Quédate



Alimenta esta locura
y quema el tiempo que nos separa
dibuja puentes de tu mano a la mía
restos de realidad en entropía
sonrisas en cercanía
tu aliento una dulzura de muerte,
un juego de mecanos para construir huidas.

Quédate a pesar del ruido
y la sangre que ahoga al mundo
a pesar de la torpeza de mis pasos a tu casa
a las palabras que a veces no te digo y me lastiman
quédate un instante más cada día
hasta que el mar rompa en trozos para mil destinos
que se liberen las luces del alma del mal absurdo
y sea un deporte pelear contra los molinos

Reivindica la mala reputación de algunas coincidencias
dejemos rastro de amor en el cielo y quítame el frio
encuéntrame en el tren, se mi cómplice bajo la mesa,
que  duelen los lunes sin destino hacia tu cuerpo
que lastima la voz a través del cobre algunos viernes

Quédate entre la lluvia que nos da los buenos días
asaltemos los parques para robar sonrisas
refugiémonos entre las nubes, extraños y clandestinos
entre los besos perdidos y el sol de los domingos.

Y quédate siempre, entre mis dedos,
 mi ropa, mi pensamiento, en la tarde calma
quédate con el sol que entra por la ventana,
en todo lo que miro...
En mi alma y en el suspiro

Manías



Me angustia este silencio que acompaña mis pasos,
el ruido de la ciudad y sus frases sin sentido,
el sol sin compartir y los trenes con retraso.
La rapidez del termómetro para subir en el verano.

Me quema la piel no verme en su sonrisa
y el dolor que provoca enfrentarse a una hoja en blanco,
la tinta que habla de lo que a nadie hace falta,
las patadas de un niño a una lata vacía.

Me desespera la falta de preguntas por la escasez de respuestas,
las líneas rectas y el misterio de algunos desayunos
los sueños que se pierden en las almohadas,
las miradas en la espalda y la última palabra.

Me duele acariciar hasta sangrar el recuerdo de tu mirada,
encontrar  en las aceras rastros de tu nombre,
arrancar las uñas a las noches que llegan sin mañana,
que me robaran una brisa de aire fresco aquella tarde de diciembre.

Le tengo miedo a algunas frases y las noticias por la mañana,
al espacio que dejaste a mi izquierda y la luz directa,
a que nadie escuche o malentienda estas palabras
y haber causado una herida buscando que te quedaras.

Me entristecen los domingos que se quemaron y despertar en las madrugadas,
la distancia y que no haya dudas después de clase,
que el dinero sea necesario para comprar amor al alba,
que este amor asustado y desgastado no te alcance.

Me da vértigo algún cruce de miradas, cerrar los ojos contigo dentro,
el ruido del algodón al separarse y que no vuelvas esta tarde,
desangrarme por lagrimas que provoca el viento
y estas palabras que no quieren suicidarse.

Entre tu y yo

Entre tu y yo
sabes que digo hace frío
porque necesito un abrazo
un pedazo del cielo de tus labios
una chispa de calor de tu hoguera
para mi corazón
que a veces parece cansado...

Cuando te miro
sin que te des cuenta
y cuento la cantidad de sueños
que pueden caber en tu mirada
cierro los ojos para encontrar los mios
entre el calor de la tarde
y las palabras que no hacen falta
entre tu cabello mojado
y resbalando por tu espalda.

Que sepas que si mi mano
se mueve inquieta
cuando camino por la calle
es porque busca incansable
que aparezca tu sonrisa
le tape los ojos y le sorprendas
y la guardes para siempre en tu mejilla.

Lo fácil que es perder la cabeza
cuando me encuentro
con tu huella en mi alma.
lo fácil que es que duela
cuando no estas,
y se esconde el sol
de la ventana.

Entre tu y yo
a nuestro sueño
le sirven las estrellas
para levantar columnas
que soporten las noches
que apagaremos la luna
para amarnos
hasta que la mañana
nos saque de la cama

Mañana
mira bajo la cama
abre la ventana
revuelve las sabanas
asomate a la terraza
busca huellas de mi paso
en tu casa...

Aunque sea imposible
aunque no tenga sentido
aunque yo este aquí
escribiendo lo que hace falta.
si sabes que no me encontraras
en los restos de café de esa taza
ni en el agua que se fuga por la ducha
ni mis zapatos debajo de la cama
pero aun así buscas...
es que estoy escondido
detrás de tu corazón
es que inevitablemente me amas...