Pez con un sueño

¿Que pasa si un dia un lobo se cansa de ser solitario? ¿si a un pez se le ocurriera que volar es lo que siempre ha deseado?

DESAJUSTE

Lento, cabizbajo, limitado, borroso
aire cortando la vida y la luz de los ojos
caer entre las lunas temblando de los charcos
y promesas suicidas de fin de semana.

Vacío, con el tiempo lleno de ayer
lo mismo pero un camino más pesado
vertiendo desilusiones por las uñas,
pies torcidos, lengua de trapo.

Lento, como el dolor esperando en la cama
como el desencanto que me atacó desde tu mirada
lento como el tiempo que pasa buscando en los rincones
tu ausencia, como tu nombre en la madrugada.

Frágil, de pensamiento y mirada perdidos
de angustia por la realidad cuarteada y los ojos anegados
y las hojas secas y en blanco dispuestas a abrazar palabras
y las botellas vacías y las noches malvas.

Ensayo, error, ensayo, error, ensayo, herida
piedras tropezando con mis pies
pies tropezando con mi mirada de piedra,
mi alma de arena, mi corazón de níquel.

Duermo y el mundo me ha mordido el corazón
y un perro limpia mi cara falsa y ladra al cielo,
se rompen las horas, naufrago entre la gente
perdido a la vista de todo mundo.

Recuerdo mejor su mirada
que el día de ayer y la muerte
de las letras entre mis manos,
sueños de los que no se vuelve.

Falsos mis pasos que me llevan
ciegos y tropezando a un lugar sinsentido
yo no voy a ningún lado, sigo tu ruido
me siento en una esquina, fumo olvido.

Parto, me quedo, parto, me parte
rompo la rutina, improviso un discurso
una despedida sin promesas de irme
sin volver, me olvido un instante de tu nombre.

Lo busco en los más oscuro de mis ojos
entre todos los nombres perdidos, en el ayer,
entre agosto y septiembre, en mis labios y los bolsillos

y lo veo trepando la distancia por tu espalda.


Plan de huida nocturna

Y si solo por hoy cerramos los ojos
y dejamos que las ganas y el instinto nos guíen,
 llamarnos a través de caricias,
siguiendo el rastro de los besos
que hemos ido tirando caminando cada uno por su lado.

Si dejamos que los perros
nos busquen debajo de las palabras
donde nos escondimos para besarnos,
para poder abrazarte por la espalda
y que fluya la anarquía bailando con tus rizos.

Si dejamos a nuestros labios decirse toda la verdad sobre extrañarse,
respirándonos cada vez más cerca
 y no le hacemos caso al miedo que nos rompe las costillas
cuando vemos que el calendario se ha enfermado de otoño
y escurre los días cerrándonos las puertas.

Si solo por hoy cerramos los ojos,
negamos el pasado y fingimos ser una idea,
un pensamiento fugaz  para una historia de una noche,
 seamos solo el efecto del alcohol en un alma desolada de cualquier barra,
y regalemos un final a su historia que le permita irse sin lágrimas a la cama.

Si por hoy conseguimos olvidar
que el destino nos pisa los talones
 y el frio se convierte en el pretexto para acercarnos,
así quizá dejemos nuestro nombre tatuado en el viento
y la noche escuche parte de esta historia.

Si solo por hoy mordemos a la vida
y le reclamamos la libertad de elegir la causa de nuestra tristeza
y el alivio que solo da el refugio de tus brazos.